El Vaticano informó este sábado 13 de abril que ha enviado una “nota verbal” a la embajada de Francia ante la Santa Sede, tras una “presunta decisión” de un tribunal civil contra el Cardenal Marc Ouellet, prefecto emérito del Dicasterio para los Obispos, en un caso relacionado a la expulsión de una monja de su instituto religioso.
Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa del Vaticano, explicó que la nota verbal —una comunicación diplomática que permite hacer algún tipo de observación aunque carece de los requisitos formales ordinarios— precisa que “la Santa Sede ha sabido sólo por los medios de comunicación sobre la presunta decisión del Tribunal de Lorient, en Francia, en un proceso civil respecto a la dimisión de un instituto religioso de la señora Sabine de la Valette (antes Sor Marie Ferréol)”.
El Vaticano explicó además que “el Cardenal Marc Ouellet efectivamente ha conducido una visita apostólica en el Instituto de las Dominicas del Espíritu Santo (Dominicaines du Saint Esprit)” a la que pertenecía Sabine de la Valette.
El purpurado realizó esta visita apostólica, “cumpliendo un mandato pontificio”, es decir una orden del Papa, con la ayuda de dos visitadores: el benedictino Jean-Charles Nault y la monja cisterciense Maylis Desjobert.
“A la conclusión de tal visita, se han adoptado una serie de medidas canónicas respecto a la señora Sabine de la Valette, incluida su dimisión del instituto religioso”.
De acuerdo a varios medios locales, lo que habría generado la visita apostólica fueron las denuncias de la ex religiosa desde 2011 sobre “graves abusos y hechos” en el instituto, lo que generó una serie de tensiones en su interior, según refiere la abogada de la exmonja, Adeline Le Gouvello.
Bruni también precisó que “el Cardenal Marc Ouellet no ha recibido nunca ninguna citación del Tribunal de Lorient”.
“Una eventual sentencia del Tribunal de Lorient podría suscitar no sólo cuestiones relevantes respecto a la inmunidad, sino que si se hubiera pronunciado sobre la disciplina interna y a la pertenencia de un instituto religioso, podría haber dado lugar a una grave violación de los derechos fundamentales a la libertad religiosa y a la libertad de asociación de los fieles católicos”, concluye.
El caso de Sabine de la Valette, quien fuera Sor Marie Ferréol en Francia
El 3 de abril, la primera sala civil del tribunal judicial de Lorient emitió una sentencia en primera instancia contra el Cardenal Ouellet y las Dominicas del Espíritu Santo por la expulsión en 2020 de la señora Sabine de la Valette.
La decisión del tribunal, señala el diario francés Le Figaro, fue imponer al cardenal canadiense de 79 años el pago de 182.400 euros por daños materiales, 10.000 euros por daño moral y 10.000 euros por costas judiciales, por “ abuso de derecho” y “ falta de imparcialidad” en la decisión de la expulsión.
Le Figaro indica que el tribunal consideró que el Cardenal Ouellet no debió involucrarse en el tema ya que su misión en el Vaticano estaba relacionada con los nombramientos de obispos en todo el mundo, pese a que el purpurado hizo la investigación por mandato del Papa.
La expulsión hizo que la exreligiosa demandara al purpurado y a las Dominicas del Espíritu Santo por haberla retirado de la congregación “sin motivo, sin posibilidad de defenderse y en duras condiciones”.
De ese modo, la congregación francesa vinculada a tradicionalistas católicos y fundada en 1943 en la localidad de Morbihan, también fue condenada el 3 de abril a pagar 33.622 euros a la ex monja por “incumplimiento del procedimiento de destitución”.
Las Dominicas del Espíritu Santo decidieron apelar de inmediato, precisando que el Cardenal Ouellet había recibido el mandato de investigarlas “especialmente del Santo Padre” y que la decisión de expulsar a Sabine de la Valette fue “tomada por el Soberano Pontífice tras la visita apostólica”.
Nota reproducida en Aciprensa