La dictadura en Nicaragua expropió todos los bienes y cuentas bancarias de la Universidad Centroamericana (UCA), perteneciente a la Compañía de Jesús (Jesuitas), tras acusarla de «terrorismo», según confirmó la misma casa de estudios a través de un correo electrónico este miércoles.
Arturo McFields Yescas, exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), hoy exiliado político por denunciar las arbitrariedades del régimen, publicó a través de su cuenta en la red social «X» el email de la UCA dirigido a la comunidad universitaria.
En el mensaje, la universidad denuncia que el martes 15 de agosto a las 5:29 p.m. (hora local), el Juzgado del Décimo Distrito Penal de Audiencias Circunscripción Managua, a cargo de la jueza Dra. María Saavedra Corrales, notificó «la incautación de bienes inmuebles, muebles, dinero en moneda nacional o extranjera de las cuentas bancarias inmovilizadas, productos financieros en moneda nacional o extranjera propiedad de la UCA».
Asimismo, se indica que a partir de ahora el régimen en Nicaragua se encargará de «todos los programas educativos».
En el correo electrónico, la UCA aseguró a la comunidad universitaria que estas medidas fueron tomadas a partir de «señalamientos infundados» de que su centro de estudios «funcionó como un centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales».
«Ante todo esto, la Universidad Centroamericana reitera su compromiso con la sociedad nicaragüense por una educación superior de alta calidad y fieles a sus principios fundacionales desde hace 63 años», continúa el mensaje.
Tras agradecer la confianza y solidaridad recibida, la UCA informó finalmente que suspende desde este miércoles 16 de agosto «todas las actividades académicas y administrativas, hasta que sea posible retomarlas de manera ordinaria».
En imágenes difundidas en redes sociales se observa al personal de la UCA retirando una imagen de Cristo crucificado de la capilla universitaria. Según la abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, esta acción es una forma de resguardar «el contenido religioso y sacro» para «evitar cualquier profanación futura por parte de la dictadura sandinista».
Este último ataque contra la UCA es el último llevado a cabo por los gobernantes Daniel Ortega y Rosario Murillo, que en días pasados habían congelado las cuentas bancarias de la universidad y posteriormente inmovilizado el traspaso de sus bienes.
Nota reproducida en Aciprensa