La Arquidiócesis de México alertó que las casas de acogida que atiende la Iglesia en la capital del país están “sobrepasadas”, e hizo un llamado para que todos los católicos “que tengan las posibilidades” brinden ayuda.
A través de un comunicado difundido este 5 de octubre, la Arquidiócesis señaló que México “ha vivido el fenómeno migratorio desde hace varios años, pero en los últimos años el flujo se ha incrementado de tal manera que ha generado una verdadera crisis humanitaria”.
Según la Secretaría de Gobernación de México (SEGOB), entre enero y agosto de 2023 se detectaron 402,324 “personas en situación migratoria irregular” en el país.
El Gobierno mexicano también dio a conocer que durante los primeros 8 meses del año se deportó de Estados Unidos a México a 158,712 personas, de las cuales 17,865 eran menores de 18 años.
Frente a esta situación, la Iglesia ha brindado ayuda a través de sus casas de migrantes, atendidas principalmente por religiosas, religiosos y sacerdotes diocesanos, dando servicios que incluyen alimentación, atención médica, primeros auxilios psicológicos y asesoría legal, entre otros.
En la Ciudad de México, la Iglesia atiende a los migrantes en las instalaciones de Cáritas arquidiocesana; en la Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento para Mujeres y Familias Migrantes y Refugiadas (CAFEMIN), de las Congregación de las Hermanas Josefinas; en la parroquia Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad; así como en la Casa Mambré, de las Hermanas Scalabrinianas, y en la Casa Arcángel Rafael, de los Misioneros Scalabrinianos.
La Arquidiócesis de México también invitó a “todas las personas de buena voluntad” a sumarse al voluntariado que se realiza en esos centros, o bien a “brindar ayuda económica o en especie, de acuerdo a las necesidades de estos centros”.
Nota reproducida en Aciprensa