En medio del clima de crispación política, generado por las protestas antigubernamentales en la capital de Haití desde el 7 de febrero, Puerto Príncipe, monseñor Pierre André Dumas, obispo de Anse-à-Veau/Miragoâne y vicepresidente del Episcopado, sufrió un atentado.
En un comunicado, suscrito por la propia Conferencia Episcopal, se informó que el prelado fue “alcanzado ayer [domingo] por una explosión que alcanzó la casa donde se alojaba durante su estancia en Port-au- Príncipe”.
Asimismo indicaron que se encuentra estable de salud y fuera de peligro, por lo que han invitado a seguir orando por su pronta recuperación. Recordaron la importancia de la oración, ayuno y limosna para “vivir fructíferamente” este tiempo de Cuaresma.
Compromiso por el bien común
La situación de Haití se ha agravado desde inicios de febrero tras el incumplimiento del primer ministro Ariel Henry de no convocar a nuevas elecciones como estaba previsto desde el magnicidio de Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio de 2021. El plazo era hasta este 7 de febrero.
A esto se suma el terror que grupos criminales vienen provocando en todo el país con la ola de secuestros, incluso, monseñor Dumas estuvo muy atento al caso de las seis religiosas secuestradas en enero y se ofreció como rehén a cambio de ellas.
Dumas condenó el flagelo del secuestro de “acto odioso y bárbaro” y ha clamado en diversas ocasiones acabar “con estas prácticas despreciables y criminales”. Invitó a todos los haitianos a unirse para “formar una verdadera cadena de solidaridad” por los secuestrados del país por su pronta liberación.
Sobre este atentado en contra del Obispo aún no se manejan hipótesis, siguen las investigaciones. Por ahora el Episcopado haitiano ha pedido a todos sus compatriotas a “no caer en la trampa de la violencia, y de las luchas fratricidas que desprecian y burlan nuestra dignidad, desfiguran nuestra humanidad y deshonran la imagen de nuestro país”.
Nota reproducida en ADNCelam