Red eclesial Justicia y Paz en la patria grande pide a la Comunidad internacional “no permanecer indiferente” ante la crisis en Haití

Mientras la crisis en Haití se agudiza, protestas antigubernamentales continúan para exigir elecciones de un nuevo Primer Ministro y la salida de Ariel Henry, que en 30 meses al poder no ha logrado parar la escalada de violencia de bandas criminales.

La situación en el país caribeño sigue agravándose, por ello la Red eclesial de Justicia y Paz en la patria grande, que aglutina a comisiones episcopales de justicia en América Latina y el Caribe, se ha solidarizado con el pueblo haitiano, que “una vez más debe enfrentar la inseguridad, muerte y violencia en su territorio”.

Lamentaron que toda vía de diálogo esté cerrada en este momento y “se recurra a la fuerza para resolver los conflictos políticos existente”, por lo que “creemos firmemente en la vía democrática en tanto expresión fiel de la voluntad de los pueblos para alcanzar la justicia y la paz”.

Un problema que han detectado en la región, especialmente, en Haití que urge de “la presencia y vigencia de una autoridad política legítima y actuante”.

A la Comunidad internacional

Hicieron un llamado a las autoridades internacionales y a la comunidad mundial a “no permanecer indiferentes ante el sufrimiento de los más pobres y los más débiles del querido pueblo haitiano, que una vez más enfrenta la muerte, el hambre y el dolor”.

Piden que intervengan inmediatamente las fuerzas internacionales de paz ante el caos que reina en el país caribeño. “Condenamos los secuestros de personas que han ocurrido en este tiempo, en especial el de las 9 religiosas y 1 profesor que fueron plagiadas en los últimos días”, apuntaron.

Agradecieron a las organizaciones humanitarias, que “a pesar del peligro que deben enfrentar a diario, siguen yendo en ayuda de los que más sufren en la sociedad haitiana”.

Asimismo han expresado su cercanía con la la Comisión de Justicia y Paz de Haití a quienes “tenemos de manera especial en nuestras oraciones y hacemos un llamado a mantener la vigilancia en la oración permanente por los frutos de diálogo, de reconciliación y de paz”.

Nota reproducida en ADN Celam