La Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Clamor), hizo un enérgico rechazo por el cese temporal de las atenciones por parte de la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), quienes se han visto obligados a suspender toda actividad médica para la población migrante en el Darién por disposición de las autoridades panameñas.
“Rechazamos con actitud profética los señalamientos de las autoridades de que los organismos humanitarios fomentan la migración. Los criminales son los que abusan, violentan la vida y promueven la trata de personas, los que se aprovechan de la necesidad de la población migrante y vulnerada”, indicaron en un comunicado.
De acuerdo con el Ministerio de Salud (MINSA) de este país, dos son las razones por las que se tomó esta decisión. Primero, actualmente MSF no cuenta con un convenio de colaboración vigente, a sabiendas que la organización ha intentado renovar este permiso sin obtener respuesta; segundo, señala que los reportes de «violencia sexual» revelados por MSF han llegado incompletos y extemporáneos.
Un llamado a los organismos del Estado
En su mensaje, resaltan la labor de MSF quien en repetidas ocasiones ha puesto en evidencia el aumento de la violencia sexual en la población migrante, calificándola como “cruel y deshumanizante”, denuncias que vienen también confrontando otros organismos de derechos humanos y los mismos medios de comunicación.
Así mismo expresan varias preocupaciones frente a esta problemática, entre ellas: la postura asumida por organismos del Estado frente a la situación migratoria, calificando que esta «ya no es humanitaria» sino de seguridad social; así también la narrativa de criminalizar la tarea de la movilidad humana y del accionar de los organismos humanitarios; por último, el desborde que el estado tiene frente a la atención a la seguridad y atención psicoemocional y física de la población migrante.
Frente a este panorama, hicieron un llamado al gobierno nacional para que se abra un espacio de diálogo y se reconsidere su enfoque en el marco de la seguridad nacional de la migración. “La crisis humanitaria que se vive en el Darién necesita ser abordada desde una perspectiva de mayor solidaridad sin dejar a nadie excluido o descartado”, señalaron.
Aseguran además que, siendo respetuosos del derecho del Estado panameño al manejar su política migratoria, es tarea prioritaria como cristianos atender a los más vulnerables “acogiendo, protegiendo, promoviendo e integrando, reconstruyendo la dignidad de aquellos que han sido históricamente marginados”.
Problemática en cifras
Un reporte reciente ofrecido por MSF da cifras que en promedio, cada mes, los equipos médicos brindan atención en salud física y psicológica a casi 5.000 personas, con un especial énfasis en las sobrevivientes de violencia sexual. Durante el año 2023, 676 migrantes recibieron atención médica integral luego de sufrir un acto de este tipo en la ruta migratoria; y solo en enero de 2024, MSF registró 120 casos más. En febrero, la organización denunció nuevamente el aumento de los ataques brutales y la violencia sexual en la selva.
Quiénes son Médicos Sin Fronteras (MSF)
Es una organización médico–humanitaria internacional que asiste a las poblaciones en las situaciones más críticas. En distintos puntos de la ruta migratoria entre Sudamérica, Centroamérica, México y Estados Unidos, MSF apoya de manera gratuita y confidencial a las personas en movimiento. En 2023, proporcionó 59.877 consultas médicas y de enfermería (35% de las cuales fueron a pacientes menores de 15 años y 53% a mujeres y niñas), 2.978 consultas de salud mental y realizó 24.762 curaciones a la salida de la selva.
Nota reproducida en ADN Celam