Este jueves 22 de febrero, los obispos de la Conferencia Episcopal Panameña presentaron la carta «Querida Panamá» en el aula Magna de la Universidad Católica Santa María la Antigua. Se trata de una reflexión pastoral sobre la ecología integral en este país.
Monseñor Manuel Ochogavía, Obispo de Colón y secretario de la Conferencia Episcopal Panameña (CEP), señaló que este documento quiere ser una propuesta sobre un tema que es fundamental para todos los panameños, en el cuidado de la Casa Común y los efectos que tiene para los que habitan en ella.
“Este mensaje quiere evidenciar la preocupación que tenemos los obispos y la Iglesia en general, sobre situaciones que están afectando gravemente la vida en nuestro país en todos los ámbitos y que urge trabajar en la sensibilización de todos los panameños y panameñas, de tal manera de que podamos hacer los cambios necesarios a nivel político, social, económico para que podamos tener un medio ambiente sostenible y vivible”, rescató.
Advirtió que este material será distribuido por todos los canales necesarios, con el fin de animar un diálogo, promover la concientización y la reflexión en todas las esferas no solamente al interior de la Iglesia, sino en todos los ámbitos donde se da esta preocupación por el medio ambiente.
Un impulso sinodal
Explicó que el proceso sinodal al que la Iglesia invita, permitió unir en esta ocasión saberes que dieron pie a elaborar este documento que inicio a construirse en el mes de agosto de 20023.
“Fue un trabajo construido en conjunto por un grupo interdisciplinar donde participaron: obispos, sacerdotes, religiosos, laicos comprometidos, personal técnico, área de ingeniería medioambiental, entre otros, quienes ofrecieron desde su experticia la experiencia de saberes para concluir así con esta reflexión que hoy se presenta al pueblo panameño”, detalló.
Esta exhortación se da en un momento coyuntural para el país, cuando se preparan manifestaciones de la comunidad marchando en contra de la minería, a lo que el prelado dijo “no dejemos de estar en estado de vigilancia, realmente las mineras siguen con su interés y continúan con su explotación y yo creo que es importante que los panameños y las panameñas mantengamos el estado de vigilancia”.
Fue un trabajo construido en conjunto por un grupo interdisciplinar donde participaron: obispos, sacerdotes, religiosos, laicos comprometidos, personal técnico, área de ingeniería medioambiental, entre otros
Escuchar la voz del pueblo y de la tierra
Por su parte, Maribel Jaen, secretaria ejecutiva nacional de Pastoral Social Cáritas, quien participó en la presentación del documento, resaltó que esta reflexión toca fibras muy delgadas en temas como el cuidado del agua, el aire, la justicia social con la población campesina y los pueblos aborígenes.
Al respecto la directiva dijo que se debe prestar atención al llamado que el Papa Francisco hace de “escuchar la voz de los pobres y escuchar la voz de la tierra”, resaltó, además, lo fundamental que es el agua para la humanidad y el trabajo que vienen adelantando diferentes redes, entre ellas la Plataforma de Paz, Democracia y Derechos Humanos desde el Celam, donde se aborda el derecho al agua como un derecho humano.
Igualmente, dijo que el documento trae una serie de iniciativas que son recomendaciones o sugerencias que, para aplicarse deben partir de la realidad de las comunidades,
“nosotros estamos sugiriendo algunos temas que han sido producto del consenso del discernimiento que se estableció en el equipo interdisciplinario, pero hay muchas otras cosas creativas es decir, empezar a trabajar estos temas de una forma más accesible, con una visión de evangelización distinta, no solamente enfocada en el conocimiento sino enfocada en la persona”.
Hicieron parte de la presentación de este documento: Monseñor Manuel Ochogavía Barahona, obispo de Colón y secretario general de la Conferencia Episcopal Panameña; monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá; Maribel Jaén, secretaria ejecutiva nacional de Pastoral Social-Caritas y el padre Jorge Sarsaneda, jesuita, de la pastoral indígena.
Esta carta había sido firmada por los obispos panameños el pasado 18 de febrero, en el Santuario Jesús Nazareno de Atalaya, durante la eucaristía frente a los peregrinos y devotos que visitan este lugar religioso.
Nota reproducida en ADN Celam