El Papa responde. Y lo hace a través de un canal innovador: Plaza de San Pedro, una revista cuyo número cero se ha presentado este 25 de noviembre, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Un proyecto que el padre Enzo Fortunato, director de comunicación de la Basílica Vaticana, define como un «desafío comunicativo». Una revista que encarna la modernidad en la era de la globalización con un «editor» de excepción, el propio Papa Francisco, que responde personalmente a las preguntas de los lectores. «Gente sencilla, gente corriente: el joven, el padre de familia, la anciana», señala el franciscano. La primera respuesta del Papa está dedicada a una abuela que cuenta la tristeza de ver a su tercera nieta sin bautizar, debido al desapego adolescente de sus padres con la Iglesia.
Webcam para el Jubileo
Rezar con otros ojos, también con la ayuda de la tecnología: a partir del próximo 2 de diciembre, gracias a una webcam, los fieles podrán visitar virtualmente la tumba de San Pedro y la Puerta Santa del Jubileo. Así lo anunció monseñor Orazio Pepe, leyendo el discurso del cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica vaticana, que no pudo asistir a la presentación en la Oficina de Prensa. También se inauguró una nueva sala polivalente en el interior de la Fabbrica di San Pietro, que acogerá a los periodistas en reuniones y sesiones informativas.
Comunicar, «poner en común»
Mirar más allá, hacia una «Basílica en salida», es el deseo del cardenal Gambetti. La revista «Plaza de San Pedro», un título «deseado» por el Papa, se convierte así en un símbolo de apertura y acogida, recordando la columnata de Bernini que abraza metafóricamente temas de actualidad y testimonios de personalidades destacadas. Francisco quiere que la publicación se convierta en un medio de auténtica comunicación que, como sugiere su significado etimológico, «ponga en común». «Comunicar», explica además el cardenal a través de monseñor Pepe, “no es sólo pronunciar palabras, sino compartir riqueza” y transformación, a través de lo que se pone en común, en una “escucha que hace crecer a la humanidad”.
La «línea editorial» del Papa
El Padre Fortunato describe el proyecto como un camino que «desgasta las suelas de los zapatos». «Plaza de San Pedro» -que se publica en italiano, inglés y español- tiene una fuerte identidad visual, gracias a una tipografía exclusiva creada por la agencia Studiogusto, que simboliza el equilibrio entre las tradiciones milenarias custodiadas por la Basílica y su papel como promotora de innovación. La revista sigue el «desafío comunicativo» iniciado por el propio Francisco, que desde su primera aparición en la televisión mundial consiguió dar «a cada persona la impresión de que se dirige a cada uno de nosotros», explica el clérigo. Esta verdadera «línea editorial» quiere entrar en los «hogares de cada ciudad y de cada país», encarnando la idea de una «Iglesia extrovertida y sinodal». Precisamente «los problemas» y «las angustias cotidianas» de los fieles, añade el padre Fortunato a los medios vaticanos, están en el centro de las cuestiones objeto de las respuestas del Papa.
Ejemplares gratuitos para «quienes no puedan permitírselo»
El número cero, actualmente de 86 páginas, podría enriquecerse aún más. La revista estará disponible en el Área Oficial de la Basílica o por suscripción postal a un precio de 30 euros (un ejemplar costará 4 euros). Sin embargo, subraya el padre Fortunato, «quienes no puedan permitírselo la recibirán gratuitamente». Entre los temas centrales estarán las cuestiones de actualidad, con especial atención a los problemas sociales: «la pobreza, la inmigración, la violencia y los retos que afrontan las familias y los excluidos». La progresiva «digitalización» de la Basílica, inaugurada mediante la colaboración con Microsoft para la creación de un «gemelo virtual», pasa también por las citadas webcams, que permitirán vivir el Jubileo «desde lejos» a quienes no podrán asistir. Una comunicación que no prescindirá del uso de las redes sociales «conexiones significativas entre la Basílica y los cristianos de todo el mundo».
El diálogo entre Francisco y una abuela
«Santo Padre, soy abuela de tres nietos». Así se presenta Olivia, una anciana de Bérgamo y la primera lectora de la Plaza de San Pedro que ha recibido una respuesta del Papa Francisco en persona. Su preocupación es por el menor de sus nietos, que «no ha sido bautizado». La elección se remonta a un alejamiento paterno de la Iglesia durante la adolescencia, motivo de la «angustia» de Olivia. Sin embargo, la curiosidad de la pequeña, que hace muchas preguntas para «conocer la historia de Jesús», reaviva la esperanza en su abuela. La respuesta del Pontífice es concreta: «No debemos perder la fe. La oración puede tanto». Lo atestigua el ejemplo de santa Mónica, cuyo amor y «oraciones incesantes» llevaron a la conversión de su hijo Agustín, que más tarde llegó a ser «santo y obispo». El Papa recuerda que el Bautismo, «gesto de confianza en el Señor y en el Espíritu Santo», no puede imponerse. Sin embargo, añade, los abuelos tienen un papel especial: con su ejemplo y su amor pueden «abrir muchos corazones que parecen cerrados».
Nota reproducida en Vatican News