Los Obispos de Haití han suscrito un comunicado este 8 de febrero frente a la grave crisis que atraviesa el país caribeño tras violentas jornadas de protestas en la capital Puerto Príncipe y otras ciudades, que hasta la fecha han dejado seis fallecidos.
Todo luego de que el primer ministro Ariel Henry no cumpliera con los acuerdos de convocar a unas elecciones y ceder el poder a una nueva administración, como se había previsto después del magnicidio del presidente Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio de 2021. El plazo era hasta este 7 de febrero.
Por ello, los prelados han pedido al mandatario que “rinda cuenta de la gravedad de la situación actual y que tome una decisión sabia por el bien de toda la Nación que está seriamente amenazada en sus bases fundamentales”.
Testigos del sufrimiento
En estas horas de “sobresaltos y angustias” los obispos haitianos advierten que “la patria está en peligro”, por lo que han instado a las autoridades “a poner fin al sufrimiento del pueblo de forma inmediata”.
“¡Basta ya!! Cierren la válvula de sangre y dejen de contar muertos”, expresaron al tiempo que han lamentado la violencia desbordada “durante estos últimos 3 años” con el aumento de asesinatos, violaciones y secuestros.
Aseguran que son “testigos de la miseria y del sufrimiento de nuestros conciudadanos en los 10 departamentos del país”, por ello, expresaron su cercanía y condolencias a los familiares de las víctimas de los últimos sucesos.
Asimismo han llamado a todos los haitianos a “no caer en la trampa de la violencia, y de las luchas fratricidas que desprecian y burlan nuestra dignidad, desfiguran nuestra humanidad y deshonran la imagen de nuestro país”.
Se han comprometido con la reconstrucción del país, una tarea que solo será posible con el consenso de todos “sin violencia, en la vía que nos conducirá al nuevo Haití que todos y todas deseamos”.
Nota reproducida en ADN Celam