El pasado 3 de abril, un grupo armado detuvo a varios vehículos en la autopista Orizaba-Puebla, donde con armas largas fueron obligados a entregar sus pertenencias.
Entre las personas asaltadas se encontraba dos sacerdotes y el obispo de la Diócesis de Orizaba, Mons. Eduardo Cervantes Merino, quien fue despojado de sus pertenencias, entre ellas la insignia episcopal que había recibido por parte del Vaticano.
Mediante una entrevista al Periódico Buena Noticia de la Diócesis de Orizaba, Mons. Eduardo Cervantes Merino, lamentó que estos asaltos ocurridos con frecuencia en las carreteras mexicanas, sean vistos con “incidentes” cuando son eventos dolorosos y tristes que sufre a diario la comunidad.
El asalto sucedió en la carretera Acatzingo-Ciudad Mendoza, el obispo narró que fue advertido de un falso retén pero al ir avanzando personas armadas ya no les dieron opción y de forma agresiva les pidieron todas sus pertenencias (celulares, carteras, relojes y hasta su anillo episcopal)
Mons. Cervantes, pidió a las autoridades que hagan su tarea, “que no le den vuelta” y que los diferentes órdenes de gobierno cumplan sus promesas.
“Lo que nos hace falta es una organización seria, lo que está faltando es que hagan su tarea, que me parece por lo que se escucha, por lo que se vive y lo que vivimos, que necesitan estrategias más adecuadas para la seguridad”.
El obispo señaló que es muy complicado dar abrazos cuando te piden tus pertenencias con los brazos levantados en un acto de violencia. “No puedes bajar los brazos para el abrazo” comentó.
Además hizo un llamado a asumir y realizar lo establecido en el documento Compromisos por la Paz, esfuerzo realizado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos y Religiosas de México, y la Dimensión Episcopal para los Laicos y organizaciones de la sociedad civil; pues afirmó que este es un problema social, en el que todos tenemos que intervenir y actuar.
Destacó que es fundamental que ahora que México se encuentra en un proceso electoral, los ciudadanos a través de un voto pensado y razonado, se decida en quiénes se va a encomendar la guía del país y sobre todo en temas tan importantes como lo son la seguridad y la paz.
Finalmente pidió a los agresores que recapaciten, que vuelvan su mirada a nuestro Señor Jesús, pues destacó que en esta alegría de la pascua, “sabemos que ni la violencia ni la muerte tienen la última palabra, estamos llamados a vivir como hermanos, caminando al cielo, pero haciendo un mundo más fraterno y eso es tarea de todos”.
El obispo agradeció a todas las personas que se han preocupado por su estado y enfatizó que se encuentran bien. Trascendió que en total fueron asaltados en este hecho dos tractocamiones y cinco vehículos particulares.