Un obispo de rito melquita, uno de los más de 20 ritos orientales de la Iglesia Católica que están en comunión con el Papa, denunció maltratos y su posterior deportación tras llegar al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM).
Mons. Joseph Khawam, quien ostenta los cargos de Exarca Apostólico para la Iglesia Melquita en Venezuela y Administrador Apostólico de la Eparquía Melquita en México, denunció que autoridades de migración mexicanas lo detuvieron durante horas con inmigrantes ilegales, le confiscaron su pasaporte vaticano y su teléfono personal; y lo deportaron a Venezuela de dónde provenía.
En un comunicado publicado en Facebook e Instagram el sábado 6 de abril, el prelado de origen sirio indicó que “deplora y denuncia” lo sucedido la noche del 2 al 3 de abril en el AICM.
El Obispo melquita expresó que lo que le sucedió es “una práctica flagrante de discriminación racial y un insulto a la dignidad humana por encima de todo, dado que su nacionalidad original en el pasaporte vaticano es siria, y fue tratado por las autoridades sobre esta base”.
Mons. Khawam indicó que lo ocurrido es “una violación de los derechos humanos y una violación de los convenios internacionales que regulan la materia”.
El prelado precisó que esto “es un gran insulto a la Iglesia universal y la Iglesia de México en particular (en la calidad jurídica que representa como administrador apostólico)”, ya que “estaba en su traje clerical oficial con la cruz”.
El obispo católico también lamentó que las autoridades en el aeropuerto se hayan negado “a ver todos los documentos y credenciales que portaba y que acreditaban su identidad legal como Administrador Apostólico en la Iglesia Católica Mexicana”.
Mons. Khawam llegó a México, entre otras cosas, para participar en la asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) que se realizará del 8 al 12 de abril.
El prelado, señala el comunicado, solicitó en varias ocasiones que las autoridades se contactaran con la Nunciatura Apostólica en México o con el P. Alfonso Serna, representante legal de la Eparquía Meltquita en México, que lo estaba esperando; “pero la respuesta a su petición fue rechazada varias veces”.
El Administrador Apostólico de la Iglesia Melquita en México instó a las autoridades a que “proporcionen una explicación general de este extraño y reprensible incidente” y a compensar el daño que sufrió.
El obispo católico recomendó a las autoridades de migración mexicanas que traten a las personas con “amor humano” e instó a “no jugar con sus nervios haciéndoles esperar hasta pocas horas del despegue del avión para luego informarles sobre la denegación de visas de entrada” como ocurrió con el secretario que lo acompañaba.
Nota reproducida en Aciprensa