Hermanos todos en el Señor, que el gozo de la vida que nos ha dado el Resucitado siga animando la vivencia del Año Litúrgico en el Tiempo Ordinario y nos impulse en esta tarea de orar incesantemente por la paz en nuestro País.
Por ello, para este 18 de agosto, en el Itinerario de la Jornada de Oración Nacional por la paz, nuestra intención será la de “Orar con la esperanza de construir un nuevo país desde la reconciliación” uniéndonos a la intención mensual del Papa Francisco pidiendo también por los líderes políticos.
Sabemos que construir un país desde la reconciliación es fundamental por varias razones: se superan los conflictos; se fortalece la unidad nacional; se busca la verdad y se garantiza la justica; se promueve un desarrollo sostenible; es un pilar para la democracia saludable; se fortalece el tejido social. En definitiva: la reconciliación es necesaria para construir un país que sea justo, unido y capaz de alcanzar su pleno potencial. Sin ella, las sociedades quedan atrapadas en un ciclo de división y conflicto que impide el progreso y perpetúa el sufrimiento.
Ponemos en las manos de Santa María de Guadalupe a nuestra noble nación mexicana, para que, por su amorosa intercesión, nos alcance de Jesucristo la paz que solo Él nos puede dar.