“Los seres humanos no hemos aprendido el sencillo arte de ser hermanos.”
M. Luther King
Con esta cita del luchador por los derechos humanos Martin Luther King, citada por Liliana Franco Echeverri, Presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), en su participación, continuó el día de hoy el Diálogo Nacional por la Paz, convocado por la Conferencia del Episcopado Latinoamericano y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús en la Universidad Iberoamericana – Puebla.
La lectura teológica que llevó a cabo la religiosa sostuvo la tesis de que Dios se hace presente en la realidad del aquí y del ahora, en el momento histórico presente de los pueblos y las sociedades. Esta realidad nos presenta, de forma visible para todos, una situación que se caracteriza por algunos elementos de la condición humana: “Muchos deseamos, con recursos desiguales, los mismos bienes; hay a quienes les apasiona agredir a los demás; y, finalmente, los criterios egoístas predominan sobre los criterios egoístas.”
A pesar de lo anterior, hay un horizonte de esperanza y de hermandad. “Sólo la conciencia cristiana nos conduce a que, en nosotros, se generen entrañas de misericordia. Para ello, la memoria es condición para el perdón. El perdón es necesario para el amor. El amor para hacernos hermanos”, planteó la también magister en teología.
Desde los pasajes del Génesis, Franco planteó que originalmente estamos llamados a ser hermanos, pero que, con el crimen de Abel por parte de su hermano Abel, la pregunta: «¿Dónde está tu hermano?» (Gen 4, 9), persiste hasta nuestros días. Ello significa que los demás, sobre todo en su dolor, no pueden sernos indiferentes. Esto no abarca sólo el ámbito individual, sino que se extiende al ámbito social. La paz, para lograrse, necesita la verdad y la justicia.
El día de ayer, Javier Sicilia, insistía en que, ante la creciente violencia y la impunidad campante, hay que ir más allá del Estado y vitalizar a la sociedad para que realmente se genere un cambio hacia la paz. Nuevamente hoy se insistió en la necesidad de que la sociedad se tiene que activar y no ser sorda a la voz de quienes sufren: Madres, padres y hermanos de los desaparecidos en el país, migrantes y mujeres en situación de vulnerabilidad.
El sábado 23 de septiembre, el Diálogo continuó con la premisa de “Actuamos”. De este diálogo, junto con más de mil encuentros a lo largo y ancho del país, se presentará la Agenda Nacional de Paz, junto con la Red Nacional de Paz. Al Diálogo Nacional por la Paz, asisten obispos, integrantes de la academia, organizaciones de la sociedad civil, migrantes, campesinos y representantes de diferentes religiones.
Agenda Nacional de Paz
Con el objetivo de que todos los mexicanos se sumen por la paz, se definió una ruta de construcción de paz con 14 acciones en las que todos y todos pueden participar:
- Impulsar la empatía y la solidaridad con las víctimas de la violencia.
- Generar espacios de diálogo interinstitucional y la mediación para la resolución positiva de la conflictividad.
- Promover procesos de sanación familiar y comunitaria para atender las secuelas de la violencia.
- Promover en las escuelas una educación para la paz que ayude a una mejor convivencia social.
- Recuperar el espacio público como lugar de encuentro y la organización comunitaria para resolver las necesidades colectivas.
- Promover acuerdos laborales que mejor en las condiciones de trabajo y de vida.
- Impulsar comunidades comprometidas con el cuidado y la corresponsabilidad.
- Fortalecer la cultura de la hospitalidad con los migrantes, refugiados y desplazados.
- Impulsar programas de prevención y atención de las adicciones.
- Realizar acciones de cuidado del medio ambiente.
- Promover la participación de la ciudadanía en el diseño e implementación de las políticas de seguridad.
- Fortalecer los procedimientos de justicia restaurativa y mecanismos alternativos de solución de conflictos.
- Reconocer, dignificar y recuperar el liderazgo de las policías municipales y comunitarias.
- Convocar a expertos a una evaluación y rediseño del sistema de seguridad, justicia y cárceles de México.