La Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria de la Conferencia Episcopal Argentina el pasado 8 de agosto de 2024 dio a conocer un mensaje titulado “NO ENCERREMOS LA ESPERANZA”. Este documento llega a la opinión pública en tiempos en los que el Congreso de la Nación Argentina está tratando varios proyectos de Ley que proponen bajar la edad en que los niños, niñas y adolescentes podrían ser encarcelados a partir de los 13 años.\
La prevención: Tiempo de abandono de los niños y adolescentes
“Hay un marco y un recorrido social desde que alguien es concebido hasta que comete un delito. Como sociedad tenemos que sentirnos responsables para ayudar a ‘PREVENIR’ la conducta de los niños y jóvenes que transgreden la ley. Debemos reflexionar: ¿quiénes estuvieron presentes para brindar contención en momentos decisivos? ¿La familia? ¿El Estado en general? ¿La escuela? ¿La Iglesia? ¿Los vecinos del barrio?… Es por ello que, en la Pastoral Carcelaria, decimos que cuando alguien comete un delito, trasgrede la ley y cae preso es porque alguien estuvo ausente: la familia, la sociedad, el Estado, la escuela, la Iglesia, etc. ‘Aquí y en cualquier sociedad del mundo las altas tasas de inequidad, exclusión y pobreza van acompañadas de altas tasas de conflicto con la Ley Penal.’ En ese sentido, también hay que considerar el proceso de desarrollo cognitivo y psicológico completo de una persona, que le permite razonar, anticiparse, planificar o realizar juicios críticos, y que a la edad de 18 o 19 años aún está incompleto”, indican con énfasis en su mensaje.
“En la cárcel siempre te encontrás con jóvenes que están encarcelados por su primer delito. Cuando charlo con ellos y te das cuenta que no tienen contención de familia y ves por dónde anduvieron antes, lo primero que se me presenta en el corazón es que llegamos tarde, incluso alguna vez estos pibes estuvieron en nuestras parroquias, hicieron alguna actividad, un campamento… Después los toma la calle, la droga, las mafias… mi pregunta es siempre: ¿dónde estuvo el Estado, dónde estuvo la familia, la sociedad, nosotros como Iglesia? Cuando hablás con ellos, quieren que les prestemos la oreja, y sabemos que llegamos tarde. Hablamos con diputados que están trabajando los proyectos de ley y no entramos en cuestiones partidarias porque esto es política de Estado. Dentro de lo que es la Ley Penal Juvenil nos interesa especialmente la Justicia Restaurativa en la que intervienen peritos de distintas extracciones académicas (psicólogos, psicopedagogos, educadores) y que lograr que el chico o la chica pueda reparar el daño ocasionado y reanude sus lazos con su entorno familiar y social, que ese niño o niña pueda formarse como un hombre de bien”, declaró monseñor Juan Carlos Ares, presidente de la Comisión de Pastoral Carcelaria argentina a ADN Celam.
¿Estigmatización desde la cuna?
La Comisión se pregunta: “¿Un criminal nace o se hace? Una pregunta que requiere una mirada a fondo, que de alguna manera nos haga recordar y repensar también a nosotros ‘¿qué llegará a ser este niño?’, para poder acompañar y encauzar la vida y la formación de nuestros menores hacia un futuro prometedor, sin mutilar los derechos fundamentales que posibilitan un legítimo desarrollo”.
“‘Necesitamos a los jóvenes, necesitamos su creatividad, sus sueños y su valentía, su simpatía y sus sonrisas, su alegría contagiosa y también esa pizca de locura que saben llevar a cada situación, y que ayuda a salir del sopor de la rutina y de los esquemas repetitivos en los que a veces encasillamos la vida.’ Los necesitamos, pero NO presos, sino como parte de una sociedad más justa, sana, solidaria, que los incluya para participar y evolucionar, no encerrados en una decadente y oscura involución.”
“Nunca el encierro, ni penas más duras, ni la baja de la imputabilidad, son la solución para detener la violencia. Son salidas superficiales y sin lógica de solución hacia el futuro.” (Mensaje No encerremos la esperanza, Pastoral Carcelaria Nacional Argentina)
Toboganes al infierno
Como sostuvo monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo (Argentina), ex secretario general del Celam, miembro del Dicasterio para la Comunicación y citado en el mensaje: “¿No sería más beneficioso ser más estrictos con el crimen organizado por adultos, y que se aprovechan de las condiciones de vulnerabilidad en algunos barrios y captan menores para el delito? ¿Qué se propone para penar a los adultos que ponen un arma en manos de un menor? Hace falta dedicar más docentes, más personal de salud, más trabajadores sociales, en los barrios más vulnerables. Más redes de contención y desarrollo que aseguren estimular el ascenso social, y no enjabonar el tobogán que lleva al infierno”. (La Nación, 25 julio 2024, Ningún pibe nace chorro)
El Papa Francisco nos propone desde su magisterio social —también citado en el mensaje de la Comisión— que “No tengamos miedo de soñar en grande, buscando los ideales de justicia y de amor social que nacen de la esperanza”.
Nota reproducida en ADN Celam