Aseguró monseñor Alfredo José Espinoza, arzobispo de Quito (Ecuador), durante la apertura del Simposio Teológico ‘Fraternidad para sanar el mundo’, que antecede el Congreso Eucarístico Internacional, que se llevará a cabo del 8 al 15 de septiembre.
Durante su intervención, el prelado llamó la atención sobre el riesgo de “quedarnos en una reflexión teológica separada de la vida”, realidad que se debe afrontar desde la convicción de que “no podemos comulgar el Cuerpo de Cristo, si no comulgamos con el cuerpo del hermano que sufre, con el cuerpo del pobre, del desvalido; por eso, la intima conexión, relación, entre la Eucaristía y la fraternidad (…) La comunión con Cristo me lleva a comulgar con el hermano”, precisó.
La fraternidad un desafío y un reto
El prelado, también recordó el llamado del Papa Francisco al definir a Quito como sede del Congreso Internacional y de los eventos eclesiales relacionados: “Revitalizar la fe y la evangelización en el continente americano”.
“El Simposio y el Congreso no van a hacer milagros, van a abrirnos la mente y el corazón para tomar consciencia de que la fraternidad es un desafío, es un reto de hoy, que como Iglesia tenemos que asumir y liderar”, aseguró.
A su turno, monseñor Andrés Carrascosa Coso, nuncio apostólico en Ecuador, destacó la relevancia de estos eventos eclesiales internacionales, con carácter local y espíritu latinoamericano, asegurando que los temas de reflexión, variados y cuidados, han buscado no dejar por fuera realidades importantes. Serán de vital importancia en este tiempo de caminar juntos por una Iglesia en comunión, participación y misión. Indicó, además, que estos espacios tienen en su esencia un llamado a la conversión.
“Yo creo que el Papa ha querido retarnos, porque fraternidad para sanar el mundo, y entender que la fraternidad nace de recibir el mismo Cuerpo de Cristo, nos llama la atención de que muchas veces estamos celebrando la Eucaristía como expresión sublime de una realidad que no vivimos”, un ejemplo de esto, explicó, son aquellos católicos que van a recibir la Eucaristía y al salir van a insultar a quienes consideran contrarios, pasando por alto que “el Señor nos ha hecho diversos, pensamos de manera diferente, la uniformidad no es de Dios, pero entre personas humanas tenemos que vivir desde el respeto y el amor recíproco”.
Fraternidad en un mundo herido
El Simposio teológico es promovido por la Comisión organizadora del 53° Congreso Eucarístico Internacional y el Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, en articulación con la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Cuenta con la participación de teólogos y académicos especialistas en teología sacramental y teología pastoral de varios países del mundo.
Monseñor Alfredo José Espinoza ha destacado, además, la alegría, el compromiso y el trabajo conjunto, en comunión, que ha marcado la organización de estos eventos eclesiales internacionales, que se espera sean “semilla de fraternidad”.
Dentro de las temáticas propuestas, con miras a profundizar en la relación existente entre la Eucaristía y la fraternidad, en el contexto de un mundo herido; y de la relación entre la fe cristiana con la realidad social, se encuentran: El abordaje de la fraternidad desde las perspectivas de la política, la literatura, la historia y realidad indígena; la reflexión en torno a la Eucaristía como fuente y cumbre de la fraternidad; el llamado a la reconciliación; la Iglesia sinodal; la Eucaristía y el cuidado de la Casa Común; la fraternidad en relación con el otro.
Nota reproducida en ADN Celam