La investigadora y abogada nicaragüense Martha Patricia Molina presentó la cuarta entrega de su informe titulado «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?», que cuenta con información actualizada sobre la persecución religiosa de la dictadura en el país latinoamericano.
El estudio da cuenta de que al menos 19 religiosos nicaragüenses, entre ellos los obispos Rolando Álvarez y Silvio Baéz, fueron declarados “traidores a la patria” y despojados de su nacionalidad.
En total, los religiosos privados de la nacionalidad nicaragüense son 2 obispos, 14 sacerdotes, 1 diácono y 2 seminaristas. Este despojamiento es solo una parte de los 667 ataques a la Iglesia que Molina refiere por parte del régimen de Ortega, en un período de poco más de cinco años.
Afirmó igualmente Molina que “151 religiosos fueron perjudicados por la persecución de la administración pública Ortega-Murillo”, incluyendo a religiosas, sea por exilio forzado, destierros, prohibición de entrar a Nicaragua o expulsiones del país.
Actualmente hay un obispo prisionero en el país, monseñor Álvarez, al menos 8 sacerdotes también apresados y otros varios bajo investigación.
Por otra parte, el Estado cerró 4 universidades católicas, 2 institutos, 15 medios de comunicación, 7 congregaciones religiosas y 11 proyectos y obras sociales de la Iglesia. Se prohibieron además 3.240 procesiones, la gran mayoría durante la Semana Santa pasada.
La investigadora Molina sufre exilio forzado. Sigue formando parte del Consejo Editorial del periódico nicaragüense La Prensa.
Nota reproducida en AICA