El Papa Francisco ha instado a proteger el derecho de los padres a criar y educar a sus hijos según sus valores, durante un encuentro en el Vaticano con miembros de la Asociación Europea de Padres (EPA), representante de unos 150 millones de padres en el continente.
“Hay una clara necesidad de proteger el derecho de los padres a criar y educar a sus hijos en libertad, sin encontrarse limitados en ningún ámbito, particularmente en el de la educación, a aceptar programas educativos contrarios a sus creencias y valores. De hecho, este es un gran desafío en la actualidad”, señaló este sábado en el Palacio Apostólico del Vaticano.
En su discurso, el Santo Padre recordó que “la Iglesia es una madre que acompaña a los padres y las familias y los apoya en su labor educativa”.
Por tal motivo, también ha revelado que se ha venido “trabajando para avanzar en un ‘Pacto Global por la Educación’, con el fin de consolidar un compromiso compartido por parte de todas las instituciones que tratan con los jóvenes”.
“Este pacto busca abordar desafíos cruciales, entre ellos, promover un entorno educativo que respete las convicciones y valores familiares”, explica.
Además, el Papa también se refirió a otra iniciativa en curso para promover un “Pacto por la Familia” que involucre a actores culturales, académicos, institucionales y pastorales. Este pacto se enfocará en la dinámica familiar y sus relaciones, abordando la interacción entre padres e hijos, hermanos y hermanas, así como entre hombre y mujer.
El objetivo primordial de estas acciones, según el Papa Francisco, es abordar y superar una serie de “rupturas” presentes en la esfera educativa y familiar. Entre las rupturas identificadas, mencionó la brecha entre educación y trascendencia, las dificultades en las relaciones interpersonales y la creciente distancia que separa a la sociedad de la familia. Esta separación, advirtió el Papa, contribuye a la generación de desigualdades y nuevas formas de pobreza.
El Pontífice también ha enfatizado en la necesidad de que “se reconozca el papel fundamental de los padres en el orden social en todos los niveles”.
“Educar a los niños representa una contribución genuina a la sociedad, ya que implica formar a los jóvenes en relaciones sanas y respetuosas con los demás, una disposición a cooperar en vista de un objetivo común, formarlos para asumir responsabilidades, un sentido del deber y el valor del sacrificio por el bien común”, explicó.
“Todos estos son valores que hacen que los jóvenes sean ciudadanos confiables y sólidos, capaces de contribuir al lugar de trabajo, los asuntos cívicos y la solidaridad social. Sin esto, los niños crecen como ‘islas’, desconectados de los demás, incapaces de una visión común y acostumbrados a considerar sus propios deseos como valores absolutos”, añadió.
Ser padre: “Una de las mayores alegrías en la vida”
Convertirse en padre es una de las mayores alegrías de la vida, asegura Francisco. Esta nueva realidad, afirma, se traduce en un “impulso y entusiasmo a las parejas, que a menudo se encuentran con responsabilidades educativas para las que tienen poca preparación”.
En ese sentido, el Santo Padre reconoció el trabajo de organizaciones como EPA, que comparten experiencias y rutas educativas que ayudan a los padres “a estar mejor preparados y, sobre todo, a no sentirse abandonados o desalentados”.
En medio del contexto cultural actual, donde no se respeta la dignidad de la persona humana, el Papa recuerda que los padres se “encuentran constantemente teniendo que mostrar a sus hijos la bondad y la racionalidad de elecciones y valores que ya no se dan por sentados, como la importancia del matrimonio y la familia, o la decisión de aceptar a los hijos como un regalo de Dios”.
“Educar a los niños es enseñarles lo que significa ser plenamente humanos”, subrayó.
Los padres, añade el Papa Francisco, están llamados “a formar personas libres y generosas, que hayan conocido el amor de Dios y que den generosamente lo que saben que han recibido como don”, que es la base de una sociedad sana.
Nota reproducida en Aciprensa