Un informe publicado recientemente por un grupo de vigilancia europeo revela casi 2.500 casos documentados de crímenes de odio contra cristianos que viven en Europa. Aproximadamente 1.000 de estos ataques fueron perpetrados en Francia.
Según el informe del Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa (OIDAC), que se basó en datos de la policía y de la sociedad civil, entre 2023 y 2024 se produjeron 2.444 crímenes de odio contra los cristianos y actos de discriminación e intolerancia en 35 países europeos.
De estos, 232 constituyeron ataques personales de acoso, amenazas y agresiones físicas contra cristianos.
Países más afectados: Francia, Inglaterra y Alemania
Casi 1.000 de los crímenes de odio contra los cristianos, denunciados en Europa en 2023 tuvieron lugar en Francia, y el 90% de los ataques se perpetraron contra iglesias o cementerios. El informe también revela que hubo unos 84 ataques contra personas individualmente.
Además de las agresiones físicas, el informe citó datos del Observatorio del Patrimonio Religioso Francés, que registró ocho casos confirmados de incendios provocados contra iglesias en Francia en 2023 y 14 ataques en los primeros 10 meses de 2024. Varios de los casos denunciados se debieron a “cócteles molotov”, una bomba incendiaria portátil improvisada.
Las comunidades religiosas también denunciaron casos de acoso. Por ejemplo, dos monjas citadas en el informe anunciaron en 2023 que abandonarían la ciudad de Nantes, en el noroeste del país, debido a la “hostilidad y la inseguridad constantes”. Según se informó, las monjas sufrieron “palizas, escupitajos e insultos”.
El Reino Unido le siguió de cerca a Francia, según el informe, con 702 crímenes de odio contra los cristianos denunciados, un aumento del 15% desde 2023.
El informe también incluyó como actos anticristianos los incidentes de cristianos procesados por rezar en silencio en las llamadas » zonas de amortiguación» del país, como el caso de Adam Smith-Connor, quien fue condenado por rezar frente a una clínica de abortos.
El informe indicó que en Alemania, el tercer país más afectado, las estadísticas oficiales del gobierno reportaron 277 “crímenes de odio por motivos políticos” contra cristianos en 2023, un aumento del 105% respecto al año anterior, cuando hubo 103 ataques denunciados.
OIDAC Europa estimó de forma independiente que se produjeron “al menos 2.000 casos de daños materiales a lugares de culto cristianos en 2023”.
Motivos y perpetradores de los crímenes de odio contra los cristianos
OIDAC Europa descubrió que de los 69 casos documentados en los que se pudieron determinar con precisión los motivos y los antecedentes de los perpetradores, 21 de ellos fueron provocados por una agenda islamista radical, 14 eran de naturaleza generalmente antirreligiosa, 13 estaban vinculados a motivos políticos de extrema izquierda y 12 estaban “vinculados a la guerra en Ucrania”.
El informe también señala que las cifras a este respecto se mantuvieron sin cambios en comparación con 2022, “a excepción de los casos con un trasfondo islamista, que aumentaron de 11 a 21”.
Empujados a los márgenes silenciosos
Además de los ataques, el informe de OIDAC destacó un creciente fenómeno de discriminación en el lugar de trabajo y en la vida pública, lo que lleva a un aumento de la autocensura entre quienes practican su fe.
Según un estudio realizado en el Reino Unido en junio y citado en el informe, el 56% de los 1.562 encuestados afirmó haber “experimentado hostilidad y burlas al hablar de sus creencias religiosas”, un aumento general del 61% entre los menores de 35 años. Además, el 18% de los que participaron en el estudio informaron haber sufrido discriminación, en particular entre los grupos más jóvenes.
Más de 280 participantes en la encuesta afirmaron que “se sentían en desventaja debido a su religión”.
“En mi lugar de trabajo sufría acoso, me hacían sentir inferior, a pesar de que había tenido mucho éxito en mi trabajo en otros ámbitos, hasta que me fui”, afirmó una mujer de unos 40 años, mientras que un hombre de entre 50 y 55 años dijo: “Cualquier mención de la fe en un CV excluye a una persona de una entrevista. Mi evaluación anual se redujo porque hablé de Cristo”.
El informe explica que la mayoría de los casos de discriminación se producen debido a la “expresión de creencias religiosas sobre cuestiones sociales”. Sin embargo, en el Reino Unido, estos casos se han extendido a conversaciones privadas y publicaciones en cuentas privadas de redes sociales.
En el informe se cita el caso de Kristie Higgs, madre de dos niños. Higgs fue despedida de su trabajo como asistente pastoral después de compartir, en una publicación privada en Facebook, “sus preocupaciones sobre la promoción del transgenerismo en las clases de educación sexual en la escuela primaria de su hijo”.
“No soy la única que ha sido tratada de esta manera: muchas de las otras personas que están aquí para apoyarme hoy han enfrentado consecuencias similares”, afirmó Higgs después de su audiencia en el Tribunal de Apelaciones en octubre.
“No se trata sólo de mí”, añadió. “No puede ser justo que tantos cristianos pierdan sus empleos o se enfrenten a medidas disciplinarias por compartir la verdad bíblica, nuestras creencias cristianas”.
La interferencia del gobierno con la Iglesia Católica
Se citaron dos casos de interferencia gubernamental en la autonomía religiosa católica.
Un ejemplo de ello se produjo en Francia, donde un tribunal civil secular “falló en contra de los procedimientos canónicos internos del Vaticano” en un caso relacionado con una monja francesa que fue expulsada de su orden. El Vaticano envió una carta a la embajada francesa en respuesta a la sentencia, que calificó de “grave violación de los derechos fundamentales de libertad religiosa y libertad de asociación de los fieles católicos”.
En Bélgica, el informe también señaló que dos obispos fueron condenados y se les ordenó pagar una compensación financiera después de negarse a admitir a una mujer en un programa de formación para el diaconado, a pesar del derecho de los derechos humanos, que protege los derechos de las instituciones religiosas como la Iglesia Católica, a decidir sobre asuntos como la ordenación del clero sin interferencia a nivel estatal.
Recomendaciones
“Dado que la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión es una piedra angular de las sociedades libres y democráticas, esperamos que los estados no hagan concesiones en la protección de estos derechos fundamentales y garanticen así un clima abierto y pacífico en nuestras sociedades”, afirma el informe en sus conclusiones.
El informe de OIDAC incluye varias recomendaciones a los gobiernos europeos, a las instituciones de derechos humanos, a la Unión Europea, a los miembros de los medios de comunicación y a otros “líderes de opinión”, así como a las iglesias y a los individuos cristianos.
Las recomendaciones de la organización de vigilancia incluyen un llamado a salvaguardar la libertad de expresión, a una información más sólida sobre la intolerancia y la discriminación contra los cristianos, al abandono del “discurso de odio” anticristiano en la esfera pública y a que las personas de fe participen en el discurso público como un medio de “diálogo entre la religión y la sociedad secular”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.