“Cooperar de manera sinodal significa reducir en la medida de lo posible la asimetría de poder que se produce naturalmente en la práctica de la cooperación entre donantes y receptores,” así lo recordó el Card. Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral en un video mensaje dirigido a los participantes en el Encuentro con instituciones y Organismos de Ayuda a la Iglesia de América Latina que se desarrolla del 5 al 7 de marzo en Bogotá por convocatoria del Celam.
La lógica de la comunión
Haciendo memoria de la reunión que sostuvieron en junio de 2023, el prelado afirmó que es necesario descolonizar la cooperación que ante todo debe ser samaritana, para evitar tanto la fragmentación como las denominadas relaciones clientelares.
El Card. Czerny insistió en la necesidad de comprender que la lógica de la comunión debe prevalecer sobre la lógica filantrópica, por lo que se deben privilegiar los procesos por encima de los proyectos, lo que finalmente ayudará a generar una mayor transparencia en la toma de decisiones y los procesos relacionados con la rendición de cuentas.
Igualmente, resaltó como una de las prioridades del Dicasterio su deseo de responder con eficacia a las Conferencias Episcopales, Obispos y en general a las Iglesias locales al tratarse de una solicitud expresa, hecha por el Papa Francisco en la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium.
Nuevas formas de cooperación
Al referirse a uno de los cambios de mayor envergadura en materia de cooperación sinodal, habló de la supresión de la Fundación Populorum Progressio y la posterior creación del Fondo con el mismo nombre que actualmente aplica estos principios y demuestra una nueva forma de cooperación más sinérgica.
«Hemos dado junto a la presidencia del CELAM un paso importante al confiarles la responsabilidad de analizar los proyectos propuestos al Fondo y de asignar los recursos al Fondo a aquellos que consideren que tienen mayor viabilidad e impacto social,» explicó al recordar que el objetivo es ayudar económicamente a la promoción integral de las comunidades indígenas y afroamericanas en situación de pobreza en América Latina y el Caribe.
Temas que para el Dicasterio y la Iglesia en general son una prioridad de este tiempo. «Solo si se coopera solidariamente con las Iglesias locales, respetando el principio de subsidiariedad, se puede esperar un éxito final,» aclaró.
Para el Card. Czerny el inicio de este Encuentro con Instituciones y organismos de Ayuda de la Iglesia de América Latina, muestra el gran compromiso por una Iglesia cada vez más sinodal y cercana, que además se realiza en un contexto caracterizado por los efectos que sufre el mundo entero, tras la pandemia del COVID-19 y los conflictos prolongados que junto a las nuevas guerras, generan en millones de personas una agonía profunda desde el punto de vista material, como una fuerte desesperanza porque no encuentran una salida individual, mucho menos comunitaria.
Sumando esfuerzos
En el caso de América Latina, el prelado explicó la importancia de dar seguimiento al proceso sinodal a partir de la escucha del Pueblo de Dios; particularmente a quienes representan a esos habitantes de las periferias existenciales, que unidos a la Iglesia contribuyen a la interpretación acertada de los signos de los tiempos; respondiendo así a diversos desafíos entre los que enumeró la globalización, el desplazamiento forzado, el recrudecimiento del racismo, la intensificación de la violencia social, la precariedad de la vivienda, el aumento de la pobreza y la destrucción de la creación, entre otros.
Al respecto, el representante del Dicasterio Vaticano hizo énfasis en que la misión de la Iglesia no ha concluido y las nuevas amenazas contra el cumplimiento del plan de Dios,interpelan la creatividad y cercanía con la realidad que debe caracterizar la acción pastoral de la Iglesia, por eso el llamado es la conciencia de un compromiso caracterizado por la construcción colectiva.
«Ahora más que nunca hay que sumar esfuerzos para comportarnos como una sola familia humana que escucha el llanto de los pobres y está comprometida con el cuidado de la casa común».
El prelado cerró su intervención pidiendo al Espíritu Santo que ilumine las mentes y corazones, de los asistentes a este encuentro, para que con sus palabras «puedan discernir y decidir a favor del bien del Pueblo de Dios».
Nota reproducida en ADN Celam