Arzobispo de México: «La Sinodalidad es el estilo de vida para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo»

La mañana de este 2 de octubre, desde el Aula Pablo VI, en un ambiente de reflexión y esperanza, el Card. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de México y  presidente delegado de la de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en la jornada inaugural de la 2.ª sesión, manifestó los desafíos actuales en la evangelización.

Recordando la encíclica “Ecclesiam Suam” del Papa San Pablo VI, el Cardenal resaltó la necesidad de diálogo entre la Iglesia y el mundo moderno para afrontar las desigualdades y polarizaciones sociales que afectan a muchos países.

El purpurado expresó, en nombre de los participantes en el Sínodo, su gratitud al Santo Padre Francisco por la providencial convocatoria: “Hemos percibido en este proceso el creciente despertar de la Iglesia para establecer la Sinodalidad como el estilo de vida propio para fortalecer los vínculos fraternos de la gran familia de Dios, que peregrina hacia la Casa del Padre, como base prioritaria para responder satisfactoriamente a los desafíos presentes en nuestro tiempo”.

Unir los esfuerzos en un proceso Sinodal

Acentuó la participación de los sectores eclesiales y el valor de escuchar las variadas percepciones de los fieles sobre la misión evangelizadora, sus necesidades y los frutos, que aseguró, “fortalecen, especialmente a los obispos, presbíteros, y agentes de pastoral para continuar con mayor entusiasmo y más acertadamente nuestras responsabilidades, y conjugar los esfuerzos en el proceso sinodal”.

El Cardenal citó las palabras del Papa Francisco en la Constitución Apostólica “La comunión episcopal” (Episcopalis communio): “El Obispo es al mismo tiempo maestro y discípulo. Él es maestro cuando, dotado de una especial asistencia del Espíritu Santo, anuncia a los fieles la Palabra de la verdad en nombre de Cristo cabeza y pastor. Pero él también es discípulo cuando, sabiendo que el Espíritu ha sido dado a todo bautizado, se pone en escucha de la voz de Cristo que habla a través de todo el Pueblo de Dios, haciéndolo ‘infalible in credendo’ (Infalibilidad en el creer)”

Y recordó que “con una gran convicción de pastores, debemos continuar nuestros esfuerzos con el mayor ahínco y esperanza posible, porque las inercias del tradicional modelo piramidal de ejercer la autoridad eclesial en sus distintos niveles, sigue permaneciendo tanto en buena parte de los presbíteros, fieles y aún en algunos de nuestros hermanos Obispos”, y manifestó su confianza en el caminar juntos a lo largo del desarrollo del Sínodo, “escuchando la Palabra de Dios y la palabra de nuestros hermanos, y compartiendo lo que el Espíritu Santo vaya sembrando en nuestro interior”.

Esperanza en el Espíritu Santo

La autoridad eclesial invitó a poner la firme esperanza en la asistencia del Espíritu Santo “recordando siempre que en esta vida terrena no se alcanza la plenitud, los logros son solamente aliento para no desmayar en el camino y perseverar hasta el fin”.

Recordando la Encíclica “Spes Salvi” del Papa Benedicto XVI, afirmó: “Según la fe cristiana, la «redención», la salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y acepta si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino”.

Por una Iglesia que sea luz  

El Card. Carlos Aguiar Retes manifestó su confianza en la esperanza de lograr una Iglesia fraterna, solidaria, subsidiaria, que sea luz en las difíciles circunstancias de nuestra época contemporánea.

Tomando nuevamente el documento “La comunión episcopal” (Episcopalis communio) señaló: “El Sínodo de los Obispos debe convertirse cada vez más en un instrumento privilegiado para escuchar al Pueblo de Dios: «Pidamos ante todo al Espíritu Santo, para los padres sinodales, el don de la escucha: escucha de Dios, hasta escuchar con Él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama»”.

Con la mirada puesta en el futuro, el Card. Aguiar Retes invitó a los participantes a dejarse guiar por el Espíritu Santo, recordando que donde se reúnen en nombre de Jesús, Él está presente: “Dejémonos pues conducir por el Espíritu Santo, y experimentemos ¡qué bueno es el Señor, para los que confían en Él! ¡Que así Dios Trinidad y la Virgen María, Madre de la Iglesia, nos acompañen!”, concluyó.

Nota reproducida en ADN Celam