Desconocidos arrancaron los ojos y el corazón de una imagen de la Virgen María, ubicada en una gruta, sobre un cerro que divide a dos distritos de Lima en Perú, un hecho que ha conmocionado a los católicos en la zona.
El acto vandálico ocurrió el sábado en horas de la mañana, en una gruta en el cerro Centinela, que divide los distritos de Surco y La Molina en la capital peruana, en una zona por la que transitan una gran cantidad de vehículos.
En declaraciones a Canal N, Diego Uceda, Alcalde de la Molina, explicó que una cámara de seguridad captó la llegada a la zona de un hombre en bicicleta, que sería el presunto autor del ataque; y se comprometió a realizar los trabajos de restauración de la imagen y a mejorar la seguridad de la zona.
La imagen vandalizada fue llevada a la parroquia Inmaculado Corazón, donde algunos fieles expresaron su indignación y pesar por lo ocurrido.
“Es la segunda vez que hay un atentado de este tipo. Es un ensañamiento contra nuestra fe, contra la profunda fe católica que tenemos. Es una persona o varias personas que creemos tienen problemas”, dijo un fiel local al canal de televisión Latina Noticias este lunes 4 de marzo, antes del inicio de la Misa de las 7:30 a.m.
“¡Es una barbaridad porque estas situaciones no se pueden dar (…) en un país donde la gran mayoría del pueblo es católico!”, exclamó a su turno otro feligrés. “Es una falta grave”, lamentó.
En la Misa que presidió el domingo 3 de marzo, el párroco de la parroquia Inmaculado Corazón, P. Martín Herrera, animó a los fieles a no condenar ni juzgar a los responsables del ataque vandálico, sino a rezar en esta Cuaresma por su conversión.
“Es un momento muy duro. ¿Qué pasaría si lastiman a nuestra Madre?”, cuestionó el sacerdote, recordando la peregrinación que se hizo hace un par de años para colocar la imagen en su gruta, y alentando a los presentes a reparar el daño con sus acciones.
En su cuenta de Facebook, la parroquia animó a unirse en una vigilia de reparación e informó que los agresores “también han destruido la imagen de San Santiago, del lado de Surco”.
Nota reproducida en Aciprensa