Ángelus Papa Francisco: “Pido que sean liberados los otros dos religiosos y todas las personas que todavía están secuestradas en Haití”

En un clima de agradable sol de fin del invierno, el Papa Francisco se asomó este domingo 17 de marzo 2024 —5° Domingo de Cuaresma— a la ventana del Departamento del Palacio Apostólico y rezó el Ángelus junto con los fieles que estaban reunidos en la Plaza San Pedro.

Parábola del grano de trigo (Jn, 12, 20-33)

Jesús dice: “Ha llegado la hora de que el hijo del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere queda infecundo, pero si muere producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo se asegura para la vida eterna. El que quiera servirme que me siga para que donde yo esté también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi padre”.

Reflexión de Francisco sobre el Evangelio del día

Entre aplausos y vivas, el Santo Padre se asomó a la ventana y reflexionó sobre la glorificación en cruz, esa aparente contradicción para el mundo pero no para Dios: “Pero, ¿cómo es posible que la gloria de Dios se manifieste precisamente ahí, en la cruz? Uno podría pensar que eso sucedería en la resurrección, no en la cruz que es una derrota, un fracaso. En cambio Jesús, hoy, hablando de su pasión, dice: ‘ha llegado la hora de que sea glorificado el hijo del hombre’. ¿Qué quiere decirnos? Quiere decirnos que la gloria para Dios no corresponde al éxito humano, a la fama o a la popularidad. La gloria para Dios no tiene nada de autorreferencial, no es una manifestación grandiosa de potencia a la que siguen los aplausos del público. Para Dios la gloria es amar hasta dar la vida. Glorificarse para Él significa entregarse, hacerse accesible, ofrecer su amor. Y esto sucedió de manera culminante en la cruz, exactamente ahí donde Jesús desplegó al máximo el amor de Dios revelando plenamente su rostro de misericordia entregándonos la vida y perdonando a quienes lo crucificaron”.

La cruz, cátedra de Dios

“Hermanas y hermanos —dijo Francisco—, de la cruz, cátedra de Dios, el Señor nos enseña que la gloria verdadera, la que nunca se desvanece y hace feliz, está hecha de entrega y perdón. Entrega y perdón son la esencia de la gloria de Dios, son para nosotros el camino de la vida. Don y perdón. Criterios muy diferentes de los que vemos a nuestro alrededor, también en nosotros cuando pensamos en la gloria como algo que hay que recibir más que dar. Como algo que hay que poseer más que ofrecer. No, la gloria mundana pasa y no deja alegría en el corazón, ni siquiera lleva al bien de todos, sino a la división, a la discordia, a la envidia”.

Miremos nuestro interior: ¿qué queremos para cada uno?

El Papa llevó sus consideraciones hacia la pregunta individual, íntima, profunda, sincera: “¿Cuál es la gloria que deseo para mí, para mi vida, la que sueño para mi futuro? ¿La de impresionar a los demás por mi maestría, por mis capacidades o por las cosas que poseo? ¿O la vía de la entrega y del perdón, la de Jesús crucificado, la vía de quien no se cansa de amar convencido de que eso da testimonio de Dios en el mundo y hace resplandecer la belleza de la vida?”.

Entrega y perdón

“Recordemos de hecho que cuando entregamos y perdonamos en nosotros resplandece la gloria de Dios, exactamente allí, cuando entregamos y perdonamos”, cerraba Francisco su reflexión.

Luego el Papa —junto con la gente reunida en la plaza— rezaron tres avemarías y un gloria en latín, dio la bendición y surgió el aplauso espontáneo.

Francisco sobre Haití

“He sabido que han sido liberados dos religiosos en Haití que habían sido secuestrados el pasado 23 de febrero. Pido que sean liberados los otros dos religiosos y todas las personas que todavía están secuestradas en este amado país que ha sufrido tanta violencia. Invito a todos los actores políticos y sociales a que abandonen cada interés particular y a comprometerse con espíritu solidario en la búsqueda del bien común apoyando una transición serena hacia un país que, con la ayuda de la comunidad internacional, sea dotado de sólidas instituciones capaces de reportar el orden y la tranquilidad a sus ciudadanos.”

Francisco sobre los pueblos en guerra

“Continuemos rezando por las poblaciones martirizadas por la guerra: Ucrania, Palestina, Israel, Sudán del Sur y no olvidemos la Siria, un país que sufre tanto por la guerra desde hace tiempo.”

Saludos

Francisco saludó a varias comunidades de estudiantes, parroquias e instituciones de Italia y de otras partes del mundo presentes en la Plaza San Pedro. Y, particularmente, a los participantes de la tradicional Maratón de Roma, fiesta del deporte y de la fraternidad.

El Ángelus del Papa Francisco puede seguirse en vivo todos los domingos a través de Facebook del Celam.

Nota reproducida en ADN Celam