Con una más que justa y suprema valoración por la gestión de Paz —zona de conflicto en aquellos tiempos de fines de 1978, en el austral canal de Beagle donde se miran a través del mar Chile y Argentina— que realizó San Juan Pablo II, el Papa Francisco dirigió el día de hoy una alocución a los asistentes al acto realizado en la Sala Regia de Vaticano donde hace 40 años se firmó el Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones fronterizas.
Tres adjetivos y un objetivo: la Paz
Francisco evocó “aquellas intensas negociaciones que, con la mediación pontificia, evitaron el conflicto armado que estaba por enfrentar a dos pueblos hermanos y se concluyeron con una solución digna, razonable y ecuánime”.
Defender la mediación
Así lo escribió el Santo Padre en el prólogo del libro del “recordado” arzobispo argentino Carmelo Juan Giaquinta: “El tratado fue posible gracias a la mediación del Papa Juan Pablo II, y a la confianza depositada en él por nuestros pueblos y autoridades. Pero, ¿cómo se llegó a la mediación papal? […] Estuvo, en primer lugar, la oración de nuestro pueblo —de nuestros pueblos—, que aborrece la guerra. […] Una vez lograda la intervención pacificadora del Papa Juan Pablo II, en la Navidad de 1978, el esfuerzo de los Episcopados no cesó. Sin intervenir en la mediación, que fue una actividad exclusiva del Papa y de los Gobiernos de la Argentina y Chile, hubo que cultivar, sostener y defender la mediación papal de no pocos peligros externos, para que ésta llegase a buen término en noviembre de 1984, prácticamente seis años después de comenzada”.
Francisco citó palabras de San Juan Pablo II: “‘Que se encuentre, gracias a la buena voluntad de ambas Partes, una solución satisfactoria basada en la justicia y en el derecho internacional, que excluya el recurso a la fuerza’. Hoy estamos viviendo lo triste que es el recurso a la fuerza”. Y destacó también las expresiones y celebraciones que tanto el episcopado chileno como el argentino vienen realizando con motivo de este aniversario.
Un presente doloroso que devela hipocresía
Una vez más el Papa Francisco mira la realidad actual, nuestro mundo en guerras y lo denuncia: “Quiero señalar la hipocresía de hablar de paz y jugar a la guerra. En algunos países donde se habla mucho de paz, las inversiones que dan más rédito son las fábricas de armas. Esta hipocresía nos lleva siempre a un fracaso. El fracaso de la hermandad, el fracaso de la paz. Dios quiera que la comunidad internacional pueda hacer prevalecer la fuerza del derecho a través del diálogo, porque el diálogo debe ser el alma de la comunidad internacional».
«Simplemente menciono dos fracasos de la humanidad hoy: Ucrania y Palestina, donde se sufre, donde la prepotencia del invasor prima sobre el diálogo.» (Papa Francisco)
Cabe destacar, que subsiguieron en el uso de la palabra al Santo Padre el Embajador argentino ante la Santa Sede Pablo Beltramino y el Canciller chileno Albert Leo van Klaveren Stork.
Y previamente a la llegada de Francisco a la Sala, el cardenal Fernando Vergez presentó sellos filatélicos conmemorativos del 40º aniversario del tratado de paz y de amistad entre Chile y Argentina.
Nota reproducida en Adn Celam