La mañana de este domingo fue asesinado el activista y sacerdote, Marcelo Pérez Pérez, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
¿Qué le pasó al sacerdote Marcelo Pérez Pérez?
El presbítero de la iglesia de Guadalupe en San Cristóbal y ex párroco de Simojovel, terminaba de oficiar misa en el barrio de Cuxtitali este domingo cuando arribaron elementos de la llamada banda motonetos y le quitaron la vida a balazos.
Fue alrededor de las 8:00 de la mañana cuando se registró el suceso en el lado norte de San Cristóbal de Las Casas.
Elementos de la Policía Municipal y Estatal arribaron a la zona para hacer las investigaciones correspondientes y el levantamiento del cuerpo.
El párroco fue activista durante el levantamiento armado del grupo paramilitar El Machete en Pantelhó.
Reacciones por el asesinato del sacerdote y activista
El obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, lamentó en un mensaje el asesinato de Pérez, de origen indígena y nacido en el poblado de San Andrés Larráinzar, Chiapas.
El prelado dijo que la Iglesia seguirá buscando “la paz con verdad y con justicia”, y anunció que los funerales del sacerdote serán en su parroquia.
El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, aseguró en su cuenta de la red social X que se iniciaron las investigaciones “para que su muerte no quede impune”.
¿Quién era Marcelo Pérez Pérez, sacerdote y activista?
Además de su trabajo religioso, Pérez era un promotor de los derechos humanos reconocido por organizaciones internacionales y una de las voces que ha denunciado la creciente violencia ligada al narcotráfico en la región.
En 2021 apoyó el levantamiento armado del grupo Autodefensas del Pueblo El Machete, en el municipio de Pantelhó, donde fungió como mediador entre el gobierno y el grupo armado.
Pero en julio de 2021 fue señalado de estar presuntamente relacionado con el secuestro de 21 hombres en esa comunidad, lo que el sacerdote negó.
En 2022, en medio de versiones no confirmadas de que sería detenido por orden de la fiscalía, numerosas organizaciones internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional y como ACAT-France, denunciaron un intento de “criminalización” del sacerdote.