La Iglesia Católica en Honduras emitió una advertencia a los fieles sobre la presencia en el país de la Sociedad San Pío X (FSSPX) —a cuyos miembros se les conoce comúnmente como lefebvristas—, instando a no asistir a sus actividades, advirtiendo que ese grupo “niega abiertamente la autoridad y legitimidad de la Sede Apostólica”.
A través de un comunicado firmado por el Arzobispo de Tegucigalpa, Mons. José Vicente Nácher, se recuerda que la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX) “no cuenta con el permiso de este arzobispado” para realizar actividades, debido a su “continuo cuestionamiento público contra el Santo Padre y contra la Iglesia Católica en general”.
El mensaje del 7 de septiembre surge en el contexto de la divulgación de actividades programadas por este grupo para septiembre en la Arquidiócesis de Tegucigalpa, en la capital hondureña. Estos actos, dijo Mons. Nácher, “aparentan ser parte de nuestra fe católica”.
Durante un programa que la Arquidiócesis de Tegucigalpa emitió el 10 de septiembre, el P. Juan Ángel López Padilla, vocero de la Conferencia Episcopal de Honduras, precisó que los miembros de la FSSPX “no tienen el permiso, no tienen la licitud para celebrar esos sacramentos” y, aunque recordó que el Papa les extendió el permiso para “escuchar confesiones válidamente”, precisó que “esto sólo aplica cuando tienen la licencia o el permiso del obispo”.
La Iglesia advirtió que quienes participen en las celebraciones de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X “incurren en falta moral”. El P. López Padilla también indicó que el grupo tiene un templo llamado “Señora de Suyapa”, de nombre similar al de la basílica católica de la capital, y agregó que “no se debe jugar con la dignidad de la gente”.
El P. López Padilla concluyó haciendo un llamado a “la comunión plena”, subrayando la importancia de mantener la unidad dentro de la Iglesia y advirtiendo contra acciones que desvíen a los fieles de la auténtica enseñanza católica.
¿Qué es la FSSPX (lefebvristas)?
La Fraternidad Sacerdotal San Pío X fue fundada por el fallecido arzobispo Mons. Marcel Lefebvre, como respuesta a lo que consideraba como errores infiltrados en la Iglesia Católica tras el Concilio Vaticano II.
Mons. Lefebvre falleció excomulgado en 1991, luego de consagrar a cuatro obispos sin la aprobación del Papa San Juan Pablo II.
Nota reproducida en Aciprensa