El nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri, se encuentra en Durango encabezando una agenda de actividades programadas incluida una participación en el último tramo de la peregrinación arquidiocesana a Zacatecas, la inauguración de un comedor comunitario, reuniones con distintos sectores y también celebró una misa en Catedral.
En rueda de prensa fue cuestionado sobre la inseguridad en el país, que ha afectado también a este sector y dijo que es una problemática generalizada en la que no se piden privilegios para la Iglesia.
«En la cuestión de los problemas creados por la criminalidad organizada y la descomposición social, la Iglesia buscará, sin duda, seguir creando conciencia, abriendo espacios de diálogo y (…) llamar a los jóvenes», indicó.
Expuso que la Iglesia no pide privilegios, sino que también es parte del pueblo, y no negó que ha habido casos de sacerdotes asaltados e inclusive los sacerdotes jesuitas fueron asesinados hace dos años.
«La Iglesia no pide nunca, yo creo que esto está quedando también muy claro, privilegios», indicó.
Y es que los obispos, las religiosas y los sacerdotes son también ciudadanos.
«No es que estemos reaccionando a un problema contra miembros de la Iglesia, queremos el bien de toda la sociedad».
Y aclaró que la postura de los obispos está plasmada a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano ya que su función es diplomática.