Los Obispos venezolanos han culminado su 122.a Asamblea plenaria, que comenzó el 7 y culminó este 11 de julio. Han suscrito su habitual exhortación pastoral, esta vez con un tema central: las venideras elecciones del 28 de julio.
En estos comicios los venezolanos decidirán el futuro del país con la elección de un nuevo presidente, por ello, los prelados invitaron a participar, porque “sólo venciendo el abstencionismo y la apatía política, podremos avanzar en la reconstrucción del país”.
Recordaron que en anteriores comunicados han denunciado el deterioro constante en materia de salud, alimentación, educación, vivienda, servicios, justicia y libertades.
En este sentido, el pueblo venezolano se le presenta “una nueva oportunidad para tomar decisiones a través del voto consciente y libre que produzca una reforma profunda de la democracia, de la sociedad civil y de la calidad de vida”.
Garantías electorales
Los Obispos han señalado que el 28 de julio “debe ser una fiesta democrática” no solo en el país, sino de todos aquellos venezolanos en el exterior que ejercerán su derecho al voto “con la esperanza de volver a reunirse con sus seres queridos en una patria que les abra las puertas al desarrollo y a la felicidad”.
Frente a los profetas del desaliento, proponen “una masiva participación ciudadana en las elecciones como personas, y como sociedad civil, que ponen su confianza en renovadas prácticas políticas que propicien el desarrollo humano integral”.
Están concientes que este “es un proceso electoral atípico, en el que no hay igualdad de oportunidades para todos”, por ello, han pedido al Consejo Nacional Electoral – principal órgano rector – sea “garante de un proceso comicial justo”.
Para ello han enumerado una serie de condiciones como respetar la legalidad en relación con los testigos de mesa, con las tarjetas de las organizaciones políticas y la ubicación de los centros de votación hasta ahora establecidos.
Además pidieron que “se garantice al país, a cada ciudadano votante, la transparencia y la confiabilidad de los resultados. Es hora que ejerza su autonomía e independencia, como uno de los poderes del Estado, y vele por un acto electoral ajustado a la Constitución Nacional”.
“No pueden quedar dudas del proceso y de los resultados en bien de la paz y serenidad del pueblo venezolano. Los observadores nacionales e internacionales deben dar razón de la integridad del proceso electoral y constatar la legitimidad del mismo”, acotaron.
Lista de propuestas
Los prelados han pedido a los militares respetar “la institucionalidad democrática” y aunque “la Constitución Nacional les permite votar en los comicios electorales, más su misión consiste en servir al pueblo soberano, respetando y haciendo respetar la voluntad popular expresada en el voto”.
Mientras que han pedido a los medios de comunicación y las redes digitales jugar “un papel especial en la información veraz y objetiva. Agradecemos su dedicación y el uso de sus talentos en pro de la democracia y la institucionalidad”.
También señalaron que “en el próximo período de gobierno hay retos de primer orden para quien salga elegido: la reinstitucionalización del Estado y del País, promover la separación de poderes del Estado, la promoción y respeto a los derechos humanos”.
Por supuesto, – añadieron – que urge el diseño de una nueva economía que genere puestos de trabajo y salario digno, el mejoramiento de la calidad de los servicios públicos, reconfigurar el sistema educativo, sabiendo que la clave de todo progreso está en la educación humanizadora, entre otros.
Nota reproducida en ADN Celam