Dos sacerdotes de la Iglesia greco-católica ucraniana, que eran prisioneros del ejército ruso junto a otros ocho civiles, fueron liberados el pasado 28 de junio. Esto, según expresó el P. Josafat Boyko en una conversación con EWTN Noticias, alegra a toda la Iglesia.
“Justo en estos días, hemos recibido una noticia de parte de nuestro Patriarca, del gobierno de la Iglesia y del gobierno de Ucrania, sobre la liberación de nuestros ucranianos que fueron prisioneros del gobierno [ruso] desde hace tiempo”, expresó el sacerdote que trabaja como párroco en Ucrania.
El P. Boyko subrayó la importancia especial de la liberación de dos sacerdotes ucranianos: Iván Levitsky y Bohdan Geleta, que pertenecen a la congregación Redentorista y que —al momento de su captura— se encontraba ejerciendo su ministerio pastoral en Veresnya, ubicada al este de Ucrania, actualmente bajo ocupación rusa.
“El 28 de junio de este año hemos recibido esta noticia, que fueron liberados estos dos sacerdotes, apresados el 16 de noviembre de 2022”, remarcó el párroco ucraniano. Además, indicó que desde su captura, durante mucho tiempo no se conoció la situación de los presbíteros, y que fue con el paso del tiempo que se supo que estaban en prisión.
Según el P. Boyko, ambos sacerdotes fueron sometidos a torturas y que su condición física es débil. A pesar de todo, señaló que toda la iglesia greco-católica ucraniana, que rezó incansablemente por su liberación, se encuentra muy contenta.
“Toda la Iglesia Católica está contenta porque dos de nuestros hermanos sacerdotes —Iván y Bohdan— salieron libres”, expresó el párroco. “Están en libertad, gracias a Dios por todo esto”, concluyó.
Según la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), a los padres Levitsky y Geleta se les acusó de posesión ilegal de armas, un cargo que, precisa la fundación, sólo se utilizó para justificar su cautiverio.
“Su prolongada detención estuvo marcada por la falta de información concreta sobre su paradero y bienestar. A pesar de los informes de tortura y abusos, a pesar de todo ello, su fe y su esperanza persistieron”, expresó ACN.
Mons. Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo Mayor de Kiev-Galitzia y toda la Rus y Primado de la Iglesia greco-católica ucraniana, manifestó su profunda gratitud a la Santa Sede por su mediación, que permitió la liberación de las 10 personas. De manera particular, agradeció al Papa Francisco, al Cardenal Pietro Parolin y al Nuncio Apostólico en Ucrania, Mons. Visvaldas Kulbokas.
Nota reproducida en Aciprensa