En la ceremonia de toma de posesión del presidente de la República de Panamá, José Raúl Mulino Quintero, el arzobispo de esta ciudad, monseñor José Domingo Ulloa dirigió una oración de invocación religiosa, donde subrayó la importancia de la espiritualidad y la fe en la conducción de los destinos de la nación.
Al acto protocolar que se realizó este 1 de julio en el Teatro Anayansi del Centro de Convenciones Atlapa, estuvo presente el obispo Julio Murray, presidente del Comité Ecuménico y el rabino Gustavo Kraselnik, presidente del Comité de Diálogo Interreligioso de Panamá.
Priorizar el respeto a la vida y la dignidad de la persona
En su reflexión el arzobispo invocó al Espíritu Santo, para que sea él quien ilumine al nuevo presidente y su equipo de gobierno, quienes estarán guiando este país durante los próximos cinco años, concediéndoles sabiduría y ecuanimidad en la elaboración y ejecución de políticas de Estado.
Sobre estas políticas subrayó, deben priorizar el bien común y el respeto a la dignidad humana, tocando áreas fundamentales como la economía, la educación, la salud, el trabajo y la seguridad, todo ello -agregó- “desde un enfoque de desarrollo integral y de protección a nuestra Casa Común”.
Donde la prioridad sean los excluidos y necesitados
Posteriormente, pidió a Dios para que la gestión de este gobierno entrante sea orientada en un mandato de vida, sin discriminaciones, ni favoritismos, apegado a las leyes y normas constitucionales del país y que puedan ser un ejemplo de esperanza para los jóvenes y las futuras generaciones que abrigan un Panamá mejor.
“Que la mentira no invada nuestras instituciones, que la adulación no tenga cabida en nuestras casas y que el mandato presidencial sea uno de vida, donde todos puedan vivir sin discriminaciones ni favoritismos, siempre apegados a las leyes y normas del país”, resaltó.
Así también, instó para que este nuevo mandato contribuya a la convivencia pacífica entre los habitantes de la isla, de una manera transparente y donde los más beneficiados sean los excluidos y necesitados.
Finalmente, el arzobispo concluyó su oración invocando a la Virgen de la Antigua para que inspire y acompañe al presidente Mulino en su misión de guiar a Panamá hacia un futuro próspero y equitativo.
Nota reproducida en ADN Celam