Este domingo 21 de enero, después de la oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco ha lamentado el secuestro en Haití de un grupo de personas, “entre ellas seis religiosas”.
“Al pedir encarecidamente su liberación, rezo por la concordia social en el país y llamo a todos a poner fin a las violencias, que tanto sufrimiento causan a esa querida población”, clamó el obispo de Roma.
Las religiosas, pertenecientes a la congregación de las Hermanas de Sainte-Anne fueron secuestradas el pasado viernes, cuando se encontraban a bordo de un bus que se dirigía a la universidad de Puerto Príncipe, según han informado fuentes locales. “El vehículo fue detenido por hombres armados que subieron al autobús y tomaron como rehenes a todos los pasajeros”.
Conmoción e indignación
Tras conocerse la noticia, la Conferencia de Religiosos de Haití (CHR), así como el obispo de Anse-à-Veau y Miragoâne, Mons. Pierre-André Dumas, han denunciado enérgicamente los hechos, condenando “con vigor y firmeza este último acto odioso y bárbaro, que ni siquiera respeta la dignidad de estas mujeres consagradas que se entregan de todo corazón a Dios para educar y formar a los jóvenes, los más pobres y vulnerables de nuestra sociedad”.
“Estos secuestros entristecen y atemorizan a las personas consagradas de Haití y a todas las personas de buena voluntad”, ha manifestado el P. Morachel Bonhomme, religioso salesiano superior de la Visitaduría Beato Felipe Rinaldi de Haití y presidente de la CHR, al tiempo que ha pedido oraciones por las hermanas secuestradas, con la esperanza de “que la solidaridad de las personas consagradas en Haití y en todo el mundo les ayude a superar esta difícil prueba”.
Por su parte, el arzobispo de Puerto Príncipe, Mons. Max Leroys Mesidor, en una carta dirigida a la Superiora Provincial de las Hermanas de Sainte-Anne, ha maniestado su tristeza y conmoción ante lo sucedido: “estos secuestros, que se añaden a una lista ya larga, hieren profundamente nuestro corazón de pastores”, pues “son testimonio de la magnitud del mal que afecta al corazón y a la vida de los hombres de nuestro país”.
Oraciones por la liberación de los secuestrados
“En comunión con mis hermanos obispos, con el clero y con todo el pueblo de Dios de la arquidiócesis de Puerto Príncipe, les aseguramos nuestras fervientes oraciones por la liberación de las Hermanas y de todos los secuestrados, y por la conversión de quienes cometen estos actos”, concluye Mons. Mesidor.
El recrudecimiento de la violencia en la capital haitiana, por cuenta de bandas armadas, ha sometido a su población a condiciones extremas de inseguridad. Según a referido Vatican News “el jueves, el barrio de Solino, al sur de Puerto Príncipe, fue escenario de violentos tiroteos entre bandas rivales y, en particular, un grupo armado del vecino barrio de Bel-Air. Según el responsable local de una organización de derechos humanos, los enfrentamientos se saldaron con una veintena de muertos”.
Nota reproducida en ADN Celam