La violencia en la frontera y la sierra de Chiapas ha desbordado y rebasado
a las autoridades, afirmó el obispo auxiliar de San Cristóbal, Luis Manuel López Alfaro, quien invitó a la población a ofrecer ayuda humanitaria a los cientos de pobladores desplazados de los municipios de Chicomuselo, La Concordia y Socoltenango que salieron de sus pueblos el 16 de enero.
En entrevista, el jerarca católico consideró que es mucha gente la que ha dejado sus casas por la violencia. Las comunidades se han quedado vacías. Vemos mucha militarización, pero no vemos la eficacia de tanto soldado
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como diócesis nos preocupa lo que está pasando en Chicomuselo y Frontera Comalapa y los desplazados; hacemos un llamado a todas las personas para que por medio de (la organización) Cáritas nos hagan llegar la ayuda en San Cristóbal y Comitán. En las parroquias se va a estar informando qué se necesita. Llamamos a la comunidad a ser solidarios.
Explicó que muchas de las familias que abandonaron sus localidades el pasado día 16, luego de un enfrentamiento entre criminales organizados, y por el ingreso de tropas del Ejército Mexicano a la localidad Nueva América del municipio de Chicomuselo, mucha gente acudió primero a su familia, que pueden apoyar un poco, pero muchas viven limitadas y recibir otra familia es una carga pesada
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es la ayuda que se está pidiendo para apoyar a los desplazados que están en los albergues y con familiares. Agradecemos a las personas que están dando un lugar a quienes han tenido que dejar sus casas y sus bienes con tal de salvar su vida.
López Alfaro dijo desconocer el número de personas desplazadas, pero reiteró que varias comunidades han quedado vacías. Hace 15 días fui a Nueva Morelia (Chicomuselo), que ya estaba vacía; entramos por la presa de La Angostura y por la comunidad de El Resplandor; mucha gente estaba saliendo. Pero hasta las de El Resplandor tuvieron que salir huyendo
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Señaló que las vicarías de justicia y paz y de pastoral de su diócesis tienen comunicación con las autoridades para ver qué se puede hacer, cómo apoyarse y se tiene que ver la manera de que la gente regrese a sus comunidades; ahorita fue la emergencia de que salieran, pero no queremos que la gente quede fuera, sino que al final regresen
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–-Pero las autoridades no han sido capaces de frenar esta violencia –se le comentó.
–Creo que es un tema que se ha desbordado en todas partes. Ha rebasado (a las autoridades). En algún momento, en algún lugar me dijeron que las armas que tiene la policía son juguetes frente a las que maneja el narcotráfico. El Ejército y la Guardia Nacional tienen capacidad, pero no sabemos qué órdenes tengan para actuar.
La situación de violencia en la sierra y la frontera de la entidad se agravó hace más de dos años, cuando integrantes de los cárteles Jalisco Nueva generación y de Sinaloa comenzaron a disputarse el territorio, lo que ha generado enfrentamientos, asesinatos, desapariciones, cobro por derecho de piso, constantes bloqueos carreteros y desplazamientos.