“Los invito a que se unan a mi oración por la liberación, sin condiciones, de todas las personas secuestradas actualmente en Colombia”. Con este llamado, el Papa Francisco ha expresado su solidaridad por quienes se encuentran privados de la libertad en el país, al concluir el Ángelus de este domingo 7 de septiembre, cuando la Iglesia celebra la fiesta del Bautismo del Señor.
“Este gesto, que es un deber ante Dios, favorecerá también un clima de reconciliación y de paz en el país”, agregó el Obispo de Roma ante cerca de 12.000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. El drama del secuestro en el país ha sido un tema crucial en los diálogos y negociaciones de paz entre el Gobierno nacional y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que ya ha anunciado que renuncia a los secuestros para favorecer los diálogos.
De igual forma, como lo viene haciendo durante la oración dominical y las catequesis de los miércoles, el Pontífice ha pedido que “sigamos rezando por la paz: por la paz en Ucrania, en Palestina, en Israel y en el mundo entero”, y en esta oportunidad también ha manifestado, de manera especial, su cercanía espiritual con “las poblaciones de la República Democrática del Congo afectadas por las inundaciones de los últimos días”.
Bautizos en la Capilla Sixtina
Al recordar que en la mañana había bautizado a algunos recién nacidos, el Papa ha pedido oraciones por ellos y sus familias, así como por “todos los niños que en estos días recibirán el santo bautismo”.
“Hoy ellos son los protagonistas porque reciben el don más hermoso: la fe”, había dicho ante los padres, padrinos y madrinas en la Capilla Sixtina, donde presidió la celebración del ‘nacimiento en la fe’ de 16 niños y niñas.
La fecha del bautismo es un cumpleaños
“No olviden la fecha del bautismo, que es un cumpleaños”, dijo el Papa durante el Ángelus, toda vez que “en el bautismo Dios entra en nosotros, purifica, sana nuestro corazón, nos hace hijos suyos para siempre, su pueblo, su familia, herederos del Paraíso. Y Dios se hace íntimo a nosotros y ya no se va. Por eso es importante recordar el día de nuestro bautismo, y también conocer su fecha”.
Enseguida el Francisco preguntó: “¿recuerdas la fecha de tu bautismo? Si no la recuerdas, cuando regreses a casa pregúntala para no olvidarla nunca, porque es un nuevo cumpleaños, porque con tu bautismo naciste a la vida de la gracia”.
“Demos gracias al Señor por el bautismo. Démosle gracias también por nuestros padres, que nos llevaron a la pila bautismal, por quien nos administró el sacramento, por el padrino, por la madrina, por la comunidad en la que lo recibimos. Festejar el propio bautismo: es un nuevo cumpleaños”, concluyó el Obispo de Roma.
Nota reproducida en ADN Celam