En la noche del domingo 1 de octubre, la dictadura en Nicaragua ordenó la detención de dos sacerdotes católicos de la Diócesis de Estelí y uno de la Diócesis de Jinotega, en el norte del país centroamericano.
El diario El Confidencial confirmó el domingo que los detenidos en Estelí, cuyo administrador es el obispo encarcelado Mons. Rolando Álvarez, son el P. Julio Ricardo Norori, de la parroquia San Juan Evangelista de San Juan del Río Coco, departamento de Madriz, y el P. Iván Centeno, de la parroquia Inmaculada Concepción de María, en Jalapa, departamento de Nueva Segovia.
El tercer sacerdote arrestado, según apuntan diversas fuentes, es el P. Cristóbal Gadea, párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Merced, ubicada en el municipio de El Cuá, departamento de Jinotega.
Se había informado también sobre la detención de un cuarto sacerdote, el P. Erick Ramírez Velásquez, de la parroquia Cristo Rey en Telpaneca, en el departamento de Madriz. No obstante, el templo afirmó anoche en su página de Facebook que el sacerdote se encontraba en “perfectas” condiciones.
Los motivos detrás de la detención de los presbíteros aún permanecen desconocidos.
Una fuente, en declaraciones a La Prensa, informó que los arrestos no fueron efectuados por la Policía, sino por individuos armados que viajaban en camionetas Hilux. La fuente expresó:
“No tenemos información sobre su paradero, pero creemos que los trasladaron a Managua”.
La investigadora y abogada nicaragüense Martha Patricia Molina también denunció el lunes 2 de octubre que “paramilitares y policías iniciaron una operación de intimidación y secuestro en contra de los sacerdotes y feligresía”.
“Hay tres sacerdotes secuestrados. Al menos 5 fueron ‘visitados’, los llevaron, amenazaron y los regresaron. En la Diócesis de León también hubo intimidación de la policía”, relata.
Según Molina, los tres sacerdotes arrestados eran “claros en sus homilías”, ya que constantemente abordaban “los temas del Evangelio, sobre todo, las injusticias que se viven a diario”.
Al enterarse de la noticia, el exiliado Obispo Auxiliar de Managua, Mons. Silvio José Báez, denunció en sus redes sociales la “feroz persecución contra la Iglesia Católica” de la “dictadura sandinista de Daniel Ortega”.
Asimismo, pidió “a la Iglesia en el mundo entero sus oraciones por Nicaragua y por nuestra Iglesia perseguida”.
Nota reproducida en Aciprensa